La luna como complice alla en lo alto,
nos alumbra encantada con su luz,
para que nosotros aqui en los bajos,
nos podamos a su sombra acariciar,
ella nos mira y nos bautiza,
como madrina que callada esta,
pero ve que bajo su influjo nos amamos,
embrujados, nos volvemos locos,
de amor y de pasion, de besos
y de caricias,
en todo nuestro cuerpo,
ardiendo en fuego lento y ella en lo alto,
sonrie...y nos da su bendicion.
Autora: Esther Maria
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