jueves, 28 de octubre de 2010

"La Torre Eiffel"

"La Torre Eiffel"
Caminaba yo, ensimismada con mis pensamientos, rumbo a mi trabajo, por una acera estrecha y maltrecha, casi sin poder caminar, pues a esa hora de la manana, era increible el trafico de personas que pululaban, unas contrarias a las otras y yo, cabizbaja, de pronto senti que habia pisado algo asi como un pequeno boton, casi invisible, que estaba pegado en la orilla de la acera, fui a mirar de nuevo cuando para sorpresa mia, el cuadrado de la acera donde yo estaba parada, comenzo a descender vertiginosamente, como si se hubiera desprendido de la calle, a una velocidad tal, que calculo..., seria la velocidad de la luz..., fue todo tan rapido, que ni cuenta me habia dado de lo sucedido, cuando senti un brusco tiron y sali expulsada violentamente de aquella especie de ascensor, ascensor digo, pues no me cabia en la cabeza otra cosa, pues cuando logre darme cuenta de lo sucedido, estaba yo tirada sobre una especie de alfombra, muy linda por cierto y de vistosos colores, mire a mi alrededor y fue grande mi asombro, cuando comence a ver como a una especie de seres sobre naturales, que no tenian la forma de nosotros, sino mas bien, eran como formas amorfas, estaban cubiertas por una especie de ropones transparentes, de colores tambien brillantes, pero que dentro de esas formas amorfas, no se veia cuerpo alguno, solo se adivinada el rostro.
Se me acerco uno de aquellos seres con rostro de mujer y le pregunte que donde estaba? y por que estaba alli?, aquel ser, por llamarlo de alguna manera, me contesto que estaba en el centro de la tierra, en la ciudad de los muertos, pero que no me preocupara, que no estaba muerta, que estaba viva y que por un error, habia pisado el resorte equivocado, que estaba destinado solamente a los muertos, me pellizcaba para ver si era verdad que estaba viva y sentia un gran dolor en la piel por lo pellizcos recibidos, le pregunte a mi vez, que si era cierto que estaba viva, como hacia entonces para regresar con los vivos, aquel ser me contesto, que como mismo habia llegado alli, que me subiera a aquella especie de ascensor que les conte antes, asi lo hice, solo me dijo:- que todos cuando mueren, en cualquier parte del mundo, no importa donde, todos llegan aca, al mismo lugar, a esta ciudad de los muertos, pero si alguno debe regresar de donde vino, al regresar no llega al mismo lugar, es donde le toque, puede llegar a cualquier lugar de la tierra, sea la suya o no.
Apreto un boton igual al que yo en la acera habia pisado sin querer e increiblemente, aquella cosa, comenzo a subir de la misma manera que habia bajado, a la velocidad de la luz, de nuevo otro tiron y me vi de pronto, oh, senores, no lo van a creer, estaba debajo exactamente de la Torre Eiffel, rodeada de personas que me hablaban, por supuesto en frances, yo no entendia nada, a mi vez, les hablaba en espanol, asi llevabamos tiempo, yo pidiendoles que me llevaran a mi embajada, que era cubana y ellos que no entendian nada, yo tampoco..., hasta que aparecio la policia y me trasladaron al fin a mi embajada, alli fui atendida con urgencia, primero por un medico, pues los pellizcos que me habia dado, me habian hecho sangrar y luego por el embajador, que me pregunto, que de donde habia salido yo, como habia llegado hasta alli, por que a mi nadie me conocia, ni se tenian noticias mias, yo les conte mi historia, ellos no me creyeron, enviaron por un psiquiatra para que me atendiera y me hiciera un test, yo seguia contestando lo mismo, ellos que yo estaba loca.., nada de eso llamen a cuba, para que vean, soy trabajadora, iba para mi trabajo, lo que les cuento es real, llamen, llamen, algo debe haber pasado, no se porque estoy aqui, pero ciertamente yo iba para mi trabajo, al fin cansados de oir lo mismo, decidieron llamar a cuba, alli les informaron, que hacia una semana, mi familia me habia dado por desaparecida, que era cierto que ese dia, yo habia salido normal como todos los dias para mi trabajo, que no tenia antecedentes penales de ningun tipo, ni antecedentes de enfermedad mental tampoco, que no se habian producidos, ni salidas ilegales de personas, ni secuestros de avion, ni de lanchas, barcos, ni balsas etc, que estaba probado oficialmente, que yo no podia haber abandonado Cuba de ninguna manera, a no ser que me hubieran salido alas, que no habia explicacion posible para lo sucedido, que los primeros que estaban asombrados eran ellos, que... o me creian, o los locos eran ellos... o era yo....


Autora: Esther Maria

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