sábado, 30 de octubre de 2010

"Lidia"

Era Lidia quizas mi vecina mas pobre economica y materialmente, mas..., la mas rica espiritual y emocionalmente, Lidia la de la sonrisa amplia, siempre sonriente y con una palabra carinosa y amable a flor de labios para todos nosotros sus vecinos, siempre dispuesta a ayudar, siempre atenta, siempre alegre, jamas en el tiempo que fue mi vecina, vi en ella una mala accion, o una mala palabra o un accionar mezquino con algun vecino.
Desde que se levantaba y bajaba las escaleras del edificio donde viviamos, era saludando a todo el mundo, ìHola vecinos!, como estan?, necesitan algo del mercado, necesitan ayuda para algo? siempre estaba ella sonriendo, atenta con todo el mundo, pendiente de la mas minima necesidad de los otros, jamas le vimos en el rostro una senal de tristeza o angustia, los que la conociamos hubieramos jurado que Lidia no tenia problemas de ninguna indole, pues si siempre estaba sonriendo y jaraneando (bromenado) era muy dificil creer que ella tuviera algun problema.
Cuando los vecinos bajabamos a limpiar el jardin (colectivo entre todos los vecinos) ella siempre bajaba una rica limonada y la repartia entre todos. (por cierto..., era la unica que lo hacia).
Un dia, nunca antes lo habia hecho...tuve necesidad de subir a casa de Lidia, por una gestion de una organizacion femenina llamada Federacion de Mujeres (no viene al caso esta organizacion ahora, solo la menciono por la historia que les relato) y grande fue mi asombro, cuando ella sonriente y toda amabilidad me mando a pasar a su casa, entre y casi me quede petrificada, ella no tenia apenas muebles donde sentarse, ni siquiera tenia una mesa para comer, en su casa no habia TV, no habia nada, ni refrigerador (freezzen), yo casi me quede sin habla, creo que ella se dio cuenta de mi situacion embarazosa, pues se puso nerviosa, termine la cuestion por la que habia subido a su casa y baje muy entristecida de ver tanta miseria en un hogar, en el que yo pensaba todo era felicidad, pues Lidia jamas habia dejado de sonreir por nada, o de amargarse, jamas se quejaba  por falta de nada, siempre vestidita de limpio y perfumada, jamas hubiera imaginado aquel estado en que se encontraba su casa de pobreza total, les aclaro que en mi pais somos pobres y carecemos de muchas cosas, a veces elementales, pero que esta historia no se las cuento porque quiera resaltar la pobreza de mi pais, sino al contrario porque desde aquel dia admire mucho mas a mi vecina y la quise mucho mas, se puede ser muy pobre, pero muy digno y ella era digna, le sobraba dignidad para repartir entre todos.
Mi vecina era digna de admiracion, una persona tan pobre y necesitada, siempre con una sonrisa a flor de labios, siempre dispuesta a ayudar a los demas, cuando apenas ella misma necesitaba ayuda, desde aquel dia en mi casa comenzamos a ayudarla en todo lo que podiamos y estaba a nuestro alcance.
Las cosas fueron cambiando con el tiempo y ella mejoro economicamente, su hijo crecio y comenzo a trabajar, ella misma comenzo a trabajar, su casa se fue convirtiendo en una verdadera casa,  logrando adquirir lo necesario para vivir.
Ella vive, es mi vecina y quizas nunca sepa, que yo desde aqui tan lejos, hoy la recuerdo tanto y la admiro por su valor y entereza ante la vida, una mujer digna de admiracion y respeto, este cuento se lo dedico a ella.
Ella es de esas mujeres que dia a dia nos sirven de ejemplo.

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