sábado, 30 de octubre de 2010

"A mi madre muerta"

A la mujer mas dulce y carinosa que he conocido en mi vida, la que me dio el ser, la que se dividia en dos siempre que iba del campo a la capital a vernos a mi hermana y a mi, cargada de todo lo que una persona podia cargar, platanos, carne de puerco, miel de abeja en su panal, hasta inclusive ropas para nosotras y nuestras hijas, parecia la pobre una mula de carga, pero siempre feliz y contenta, cargaba como solo saben las madres cargar para sus hijos.
Se pasaba una semana en mi casa y una semana en casa de mi hermana, nosotras trabajabamos en la calle y cuando regresabamos del trabajo, ella habia hecho todas las labores de la casa, nos tenia la ropa limpia y planchada, la comida hecha.
Nos hacia a mi hermana y a mi tamales, lo mismo en cazuela que en su hoja, cocinaba muy rico nuestra madre, ella era muy querida por nuestros vecinos.
Mi mama era una mujer muy tierna, muy carinosa, siempre con palabras dulces a flor de labio, siempre atenta con todos, pendiente de los gustos de todos nosotros, a ella debo en parte el ser como soy, ya que nos enseno una maxima en la vida y siempre nos decia, que valia mas una buena amistad, que cien pesos en el bolsillo, ponia la amistad por encima de todo, nos enseno a ser dadivosos, nos decia que era mejor tener para dar y no tener que pedir, que una mano lava la otra y las dos lavan la cara, que uno daba con una mano y recibia con la otra, esas siempre fueron sus ensenanzas.
No recuerdo haber visto jamas a mi mama amargada, era muy tierna con sus nietos, con todos, para ella todos eran iguales, si cargaba para uno, cargaba para todos.
Trataba de que educaramos bien a nuestros hijos, nos decia siempre que la educacion comenzaba en la cuna y terminaba en la tumba, aprendan esto, si los educan ahora de pequenos, despues tendran buenos hijos, buenos profesionales y era cierto todo lo que nos decia.
Era una de esas mujeres que todo el barrio queria y admiraba, muy humilde mi querida madre.
Cuando fallecio, no quedo un espacio libre en la funeraria, no hubo una sola persona que dejara de ir a despedirla, las flores ese dia no alcanzaron para dedicarselas a ella.
Hoy dia de las madres, no quiero pasar por alto las ensenanzas recibidas por parte suya, y las quiero compartir con ustedes, pues como mismo decia nuestra madre, la amistad vale mas que cien pesos en el bolsillo.

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